Escasez de talento logístico, reto de México para la relocalización

Investigadores del Instituto Mexicano del Transporte (IMT) destacaron que ante el un aumento en las actividades de nearshoring, algunos de los desafíos que enfrenta México es la escasez de personal competente en logística y la falta de una cultura también logística, la cual redunda en la baja importancia que se le está dando a la coordinación de acciones entre los diferentes actores (empresas, gobierno y academia).

Esto forma parte del estudio Consideraciones para fortalecer al sistema de transporte frente al nearshoring 2024, realizado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y el IMT. En esta doceava nota enlistamos los diferentes retos que enfrenta el país en el ámbito logístico, económico, social y administrativo para atender la reubicación de empresas.

“Una gobernanza efectiva es fundamental para mantener su competitividad en el escenario global. Tanto el sector empresarial como académico deben reconocer el papel fundamental de una burocracia altamente calificada para eliminar obstáculos y garantizar la seguridad económica del país”, señalaron los investigadores del IMT.

Consideraron que, al reclutar y seleccionar funcionarios públicos con rigor, mérito y competitividad, México puede construir un gobierno capaz de abordar mejor los desafíos estratégicos y dar confianza sobre las decisiones del Estado. “El éxito de las iniciativas de nearshoring en el país depende en gran medida de las habilidades técnicas, legales y administrativas de la función pública”, apuntaron.

El estudio señaló que conforme México asume su papel como actor clave en la economía global, la necesidad de un servicio público de clase mundial se vuelve cada vez más evidente. Sobre todo, para hacer frente a desafíos como:

• Aumento de la demanda de transporte. Con la reubicación de operaciones hacia México, la demanda de transporte, tanto de bienes domésticos como de importaciones y exportaciones, se encuentra en aumento. Para 2024, se prevé un aumento en las tarifas del autotransporte, lo que puede tener impacto en los precios de los productos finales.
• Presión sobre la infraestructura de transporte. El aumento del traslado de bienes y materias primas ejerce una creciente presión sobre la infraestructura de transporte, incluidas carreteras, puertos, ferrocarriles y aeropuertos.
• Crecimiento de los costos logísticos y escasez de cultura logística. La escasez de personal competente en logística se ha vuelto grave debido a su impacto en la toma de decisiones subóptimas; lo mismo pasa con la falta de cultura logística en el país.
• Formación, capacitación e innovación. Dado el cambio dinámico que deben enfrentar las cadenas de suministro, la logística y el transporte están sometidos a una presión constante para responder a las necesidades. Lo anterior requiere de personal formado y capacitado para resolver los retos tanto en la dirección, como en la operación, pero también, en la innovación.
• Inseguridad en las operaciones de transporte. Los índices de robo a transportistas están provocando importantes pérdidas económicas, lo que daña la confiabilidad logística del país. La violencia contra los operadores de autotransporte también ha aumentado, lo que ha provocado una escasez de recursos humanos, ya que muchos eligen rutas más seguras o migran a Estados Unidos. La disminución en la tasa de recuperación de camiones de carga robados no hace más que aumentar la preocupación, perturbando al sector del transporte por carretera.
• Visibilidad de la cadena de suministro. En un entorno donde importadores y exportadores interactúan con proveedores, clientes, operadores logísticos, transportistas, agentes aduanales y autoridades, entre otros, se requiere cumplir con marcos regulatorios y requerimientos de información en múltiples dimensiones y prácticamente en tiempo real para satisfacer a todos los actores. 
• Sostenibilidad y medio ambiente. El aumento del transporte implicará mayor emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes que impactarán, en el corto plazo, en la salud de la población. No solo se trata de los gases emitidos a la atmosfera, sino también, los contaminantes generados por el transporte que escurren en carreteras, fronteras, puntos de revisión, múltiples patios y talleres, contaminando los mantos freáticos.
• Escasez de agua. Las regiones del sureste de México representan más de dos tercios del agua renovable disponible, mientras que el norte, centro y noroeste tienen el tercio restante. La disponibilidad de agua per cápita es siete veces mayor en el sureste que en el resto de las regiones. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la disponibilidad de agua per cápita es preocupantemente baja en algunas regiones, como la península de Baja California, la cuenca del Río Bravo, el afluente Lerma-Chapala-Santiago y el Valle de México.

El IMT explicó que en comparación con los recursos hídricos renovables, el porcentaje de agua utilizada indica el estrés de un país. El grado de estrés puede ser muy alto, alto, medio, bajo o sin estrés. México tiene un estrés hídrico del 44.5 % promedio a nivel nacional, lo que se considera alto, aunque el porcentaje varía entre sus diferentes regiones, según datos de estudios.

Por último, el estudio consideró que la llegada de empresas de múltiples orígenes demanda de las capacidades de la burocracia en habilidades de comunicación intercultural efectivas. Estas herramientas no sólo facilitarían un intercambio más fluido entre los representantes internacionales del sector privado y el sector público mexicano, sino también fomentaría un entorno propicio para anclar de forma sólida las inversiones y desarrollar relaciones que impulsen la innovación.

Clústeres locales, prioritarios para atender la relocalización