Las principales terminales portuarias de Estados Unidos se preparan para enfrentar una caída sin precedentes en el volumen de importaciones durante mayo, marcando la primera disminución interanual desde 2023 por imposición de aranceles. Así lo revela el último informe Global Port Tracker, publicado por la National Retail Federation (NRF, por sus siglas en inglés) y Hackett Associates.
La razón principal del declive apunta directamente a las políticas arancelarias impuestas recientemente por el presidente Donald Trump, cuyas medidas están comenzando a impactar de lleno en la cadena de suministro. “Estamos empezando a ver el verdadero efecto de los aranceles del presidente Trump”, afirmó Jonathan Gold, vicepresidente de Política de Aduanas y Cadena de Suministro de la NRF. “Estas tarifas implican mayores costos para las empresas, menores volúmenes de carga y, en última instancia, precios más altos y menos disponibilidad para los consumidores”.
Momento crítico para el comercio detallista
Desde febrero, se han aplicado aranceles mínimos del 10% a todos los socios comerciales de EE. UU., aranceles “recíprocos” a decenas de países y un gravamen del 145% a las importaciones procedentes de China. Estos impuestos llegan en un momento crítico para el comercio detallista, lo que ha provocado la cancelación o postergación de pedidos por parte de muchas compañías, especialmente pequeñas y medianas.
Panorama sombrío
Las proyecciones de Global Port Tracker muestran un panorama sombrío: se espera que las importaciones de mayo alcancen los 1.81 millones de TEU (unidades equivalentes a veinte pies), una caída del 12.9% respecto al mismo mes de 2024, lo que pone fin a 19 meses consecutivos de crecimiento interanual. Para junio, la previsión es aún más drástica con una baja del 20.2%, estimando solo 1.71 millones de TEU, el volumen mensual más bajo desde marzo de 2023.
Cifras a la baja
Las cifras siguen descendiendo: julio se proyecta con una disminución del 23.4%, agosto con una baja del 21.5% y septiembre con una caída del 21.2%. Todo ello supone un golpe significativo a las previsiones anteriores, que anticipaban una primera mitad de 2025 con un crecimiento del 5.7%. Ahora, el aumento sería apenas del 0.3%.
A pesar de las cifras preocupantes, Ben Hackett, fundador de Hackett Associates, descarta una crisis terminal: “Aunque las navieras están reduciendo viajes y consolidando servicios, la cadena de suministro no está rota. No hay terminales vacías ni barcos regresando sin rumbo. Se trata de una adaptación a la nueva demanda”.
Al cierre
Durante 2024, las importaciones totalizaron 25.5 millones de TEU, un 14.7% más que en 2023, impulsadas por temores a huelgas y alzas arancelarias tras las elecciones. Esa tendencia alcista ha llegado ahora a un punto de inflexión.
El informe analiza datos históricos y proyecta volúmenes futuros en los principales puertos de la costa oeste (Los Ángeles/Long Beach, Oakland, Seattle y Tacoma), costa este (Nueva York/Nueva Jersey, Virginia, Charleston, Savannah, Port Everglades, Miami y Jacksonville) y costa del golfo (Houston).
Ante este escenario, los actores logísticos deberán ajustar estrategias operativas y financieras para enfrentar una segunda mitad del año marcada por la incertidumbre comercial. El sector logístico y retail observa con atención cómo se reconfigura el tablero global del comercio.
Semar: Puertos movilizan más del 80 % de las mercancías internacionales
