Opinión

La competitiva infraestructura aduanera en México

Jorge Sánchez, socio de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG México.

Derivado de diversos factores políticos y macroeconómicos, durante los últimos años México se ha convertido en un destino importante para las inversiones de compañías extranjeras que buscan ampliar o hacer más eficiente su presencia en el mercado de América del Norte. Muchos estados del país, por ejemplo, han recibido operaciones de empresas pertenecientes a diversas industrias y sectores, especialmente aquellas relacionadas con la industria automotriz.

A primera vista, podría pensarse que las razones principales para este tipo de inversiones son la cercanía geográfica con el mercado más grande del mundo, la reconocida capacidad de la mano de obra en México y la existencia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC); sin embargo, al examinar más de cerca se encuentran otros factores decisivos. A saber, ciertos países de Centroamérica cuentan con capacidad de manufactura suficiente, así como tratados de libre comercio con Estados Unidos, por lo que la cercanía geográfica no constituye un obstáculo insuperable.

Sin dejar de reconocer la importancia de las variables tradicionales, existe una razón de peso que hace atractivo a nuestro país para las inversiones frente a terceros, relacionada con su amplia infraestructura y la sofisticación de su legislación aduanera.

En este sentido, el sistema legal aduanero en México, desde hace varios años, ha mitigado la carga arancelaria, permitiendo el ingreso ágil de insumos, componentes, maquinaria y equipos que se destinan a procesos productivos para la exportación de mercancías. Adicionalmente, permite la exención del pago de impuestos de importación y, en casos particulares, el pago de 16 % de impuesto al valor agregado (IVA), a través de diferentes programas, permisos y certificaciones.

En paralelo, conforme a los compromisos asumidos en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), nuestro país ha implementado esquemas de simplificación y automatización para la gestión de permisos y autorizaciones ante las diferentes dependencias del gobierno federal mediante el uso de una ventanilla única, donde se centralizan de manera electrónica una gran cantidad de autorizaciones necesarias para que las organizaciones puedan importar y exportar.

Asimismo, se cuenta con herramientas robustas y probadas en materia de cadena de suministro, pues existen programas como el del Operador Económico Autorizado (OEA), el cual cuenta con reconocimiento mutuo con programas similares de otros países, fortaleciendo el cuidado de la carga y maximizando la posibilidad de que la misma llegue bien y a tiempo.

Ante este panorama, las empresas que desean establecerse en México pueden acceder a múltiples herramientas y mecanismos atractivos. El reto será su correcta, oportuna, pero sobre todo minuciosa administración y gestión, lo que les permitirá acceder a los programas y esquemas mencionados, obteniendo así amplios beneficios en materia arancelaria, flujo de efectivo y dinamismo en el despacho aduanero. Este desafío resulta estratégico, ya que la propia legislación comprende diversas infracciones y sanciones que las autoridades aduaneras en nuestro país aplican a aquellas compañías que no estructuran y fortalecen sus áreas operativas, y, por consecuencia, no pueden garantizar el correcto y oportuno cumplimiento de las normativas aplicables.

Colaboración para LogistixNews por
Jorge Sánchez, socio de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG México

KPMG: Desafíos y oportunidades de crecimiento para la industria de manufactura en México

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