Ocho recomendaciones para un empaquetado ganador
Julián Garnés, profesor de Diseño de Packaging en ESDESIGN: "Con el crecimiento de las compras en línea, la experiencia del consumidor se ha trasladado a otros aspectos fundamentales como la calidad del embalaje del producto y la emoción que nos genera al abrirlo”.
“Ante calidades similares entre productos diferentes de rango de precio similar, la decisión estará en todo lo que acompañe a este artículo, incluido el empaquetado, en el momento de su uso o de su adquisición”, indicó Julián Garnés, profesor de Diseño de Packaging en ESDESIGN, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, y socio fundador de Rubio & del Amo, agencia especializada en proyectos de marca y packaging.
Aseguró que “con el crecimiento de las compras en línea, esta experiencia que un consumidor solía experimentar en una tienda física, ahora se ha trasladado a otros aspectos que son fundamentales en nuestras decisiones de compra, como el diseño del sitio web, la calidad del embalaje del producto y la emoción que nos genera al abrirlo”.
“Así, cuando el producto llega al cliente, el proceso de unboxing es una extensión de la experiencia que el mismo ofrecerá y puede determinar si un nuevo cliente sigue comprando o no a la marca”, agregó.
Según Julián Garnés, hay ocho trucos para un empaquetado ganador, que comparte a continuación:
- Conecta o nos habla un mismo idioma: el diseño empático habla el mismo lenguaje de los compradores. Un tono desenfadado aporta un toque de humanidad que le hace saber al usuario que detrás de la marca también hay seres humanos.
- Sorprende: a veces, el empaquetado de algunos productos como el de la ropa o la tecnología no es tan relevante, a diferencia de otros productos como los perfumes o la comida. Cuando estos productos que no tienen grandes empaques se piensan un empaquetado top, sorprenden, aumentando así la experiencia positiva al recibir el producto.
- Sostenible: cuando el envoltorio de un producto no está diseñado para durar —como una botella de vino, que además de bella es útil como prolongador de la vida del producto—, sino que es desechable, debe comunicar un mensaje positivo, de sostenibilidad o fácil reutilización. Los empaques contaminantes, de un solo uso, pueden generar un impacto negativo en los consumidores y repercutir en una siguiente compra. Una marca comunica en cada detalle.
- Cuenta una historia: el unboxing de un producto es una experiencia narrativa que va desde el momento en que lo recibimos hasta que lo desempacamos. En ese proceso la marca nos puede contar muchas cosas, un mensaje de bienvenida, una tarjeta con algunas palabras especiales, todo eso nos hace sentir especiales como clientes.
- Reutilizable: un empaque inteligente les dice a los usuarios cómo se puede aprovechar todo el material que les llega a casa: una bolsa reutilizable, plegable para transformar en otro objeto decorativo, en juguete o en objeto de colección es una decisión ganadora.
- Facilita la devolución: las devoluciones son pan de cada día en el comercio online. Por eso, un empaque que facilite volver a empacar el producto para retornarlo a la tienda es esencial, pues no obliga al usuario a tener que volver a empacar el producto de la manera adecuada. Además, que la marca le dé la confianza de retornar la compra desde el mismo empaque genera transparencia y honestidad.
- Se diferencia del resto: nadie habla de una caja común y corriente, pero sí de algo bien diseñado, nuevo, inesperado. Por eso es importante que el empaque se diferencie de la competencia, se salga de lo usual, destaque entre el lugar común.
- Conectado con la marca: No se trata de diseñar por diseñar. Un empaque bien pensado siempre lleva los colores, tipografías y patrones de la marca, para que visualmente pueda ser vinculada con ella rápidamente, así como con su discurso. Todo cuenta.