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Consolidar América del Norte como la región más competitiva del mundo

IMCO: “México, Estados Unidos y Canadá aportan actualmente 28% del PIB global y representan un bloque económico 50% mayor que China y 55% mayor que la Unión Europea.

La 10ª Cumbre de Líderes de América del Norte se llevó a cabo en la Ciudad de México del 9 al 11 de enero con los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, de México y Estados Unidos, respectivamente, y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.

Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMC0), la reunión entre los líderes de los tres países miembros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se da en un contexto geopolítico propicio para detonar la competitividad de la región, que actualmente aporta 28% del PIB global y representa un bloque económico 50% mayor que China y 55% mayor que la Unión Europea. Además, el volumen del intercambio comercial entre México, Estados Unidos y Canadá representa 6% de todo el tradicional de bienes entre los países del mundo; este monto representa alrededor de la mitad de todo lo que China comercia con el mundo.

En un artículo publicado por el IMCO, se destacó que esta cumbre fue punto de partida para aprovechar la coyuntura para construir una agenda que permita a la región aprovechar las oportunidades que ofrece el nearshoring. La fortaleza productiva y comercial de América del Norte, su infraestructura (principalmente con la que cuentan Estados Unidos y Canadá), su demografía y su red de tratados comerciales impulsan el potencial de la región para generar, atraer y retener talento e inversión.

La invasión de Rusia a Ucrania y la subsecuente crisis energética en Europa, la política de cero Covid en China, así como la tendencia hacia la regionalización de las cadenas de valor, hacen de América del Norte un destino particularmente atractivo comparado con su competencia en Europa y Asia.

El IMCO hizo un llamado a profundizar y expandir los lazos entre los países de América del Norte más allá de la producción, enfocándose además en:

  • el fortalecimiento del Estado de derecho,
  • el desarrollo de logística de excelencia,
  • infraestructura energética competitiva, y
  • el capital humano.

Todo ello para garantizar el acceso a insumos creados en la región.

De acuerdo al IMCO, en primera instancia, se requiere inversión en infraestructura física, digital y de transporte que permita a la región atraer las industrias del futuro como las granjas de servidores de datos, los semiconductores, la inteligencia artificial, internet de las cosas y la movilidad eléctrica, entre otros.

Expandir la infraestructura logística

Respecto a la infraestructura logística, este organismo destacó al transporte marítimo: Si México quiere aumentar su penetración en la costa este de Estados Unidos, debe impulsar la negociación de una excepción a la Jones Act (que prohíbe el cabotaje marítimo en Estados Unidos). De acuerdo con esta ley, hoy en día la marina mercante mexicana (o de cualquier otro país) no puede cargar y descargar mercancías en un puerto estadounidense y seguir hacia otro en el mismo país: ese derecho está reservado para la marina mercante de Estados Unidos. De igual forma, los barcos estadounidenses no pueden hacer cabotaje en puertos mexicanos. Esta prohibición representa una barrera innecesaria para la competitividad de los estados del Golfo.

Una excepción para México, que se podría negociar mediante un acuerdo de reciprocidad para el cabotaje marítimo estadounidense en México, abriría nuevas rutas entre ambos países que faciliten la penetración del país en los mercados de la costa este de Estados Unidos. Los principales beneficiarios de esta medida serían los estados del sur-sureste mexicano, que tendrían acceso privilegiado al mercado estadounidense a través del Golfo de México.

En lo relativo a la aviación, subrayó que mientras México se mantenga en la categoría 2 de la Administración Federal de Aviación  (FAA, por sus siglas en inglés), las aerolíneas mexicanas no podrán aumentar sus frecuencias en vuelos de pasajeros y carga hacia Estados Unidos. Sin esa capacidad, las posibilidades de fortalecer los vínculos entre las cadenas productivas de México, Estados Unidos y Canadá serán limitadas.

Alrededor de 70% del comercio de México con sus socios en América del Norte se realiza por transporte carretero, lo que exige la construcción de infraestructura que permita cruces transfronterizos eficientes. México y Estados Unidos deben invertir con urgencia en carreteras, puentes internacionales, banda ancha, vías férreas y transporte multimodal si se pretende aprovechar las oportunidades de la relocalización de cadenas de suministro.  Un buen ejemplo es el Plan Maestro de Transporte Fronterizo Texas-México, el cual tendría que ser impulsado a nivel federal y estatal, pues aseguraría el impulso a la competitividad y posiblemente la seguridad de la región.

Por otra parte, el IMCO puntualizó que es necesario crear despachos conjuntos en las aduanas. La seguridad y la eficiencia de las aduanas en América del Norte son esenciales si se quiere impulsar el dinamismo en el comercio y profundizar la integración.

Finalmente, el IMCO señaló que en el largo plazo, quizás el reto que une a todos estos elementos está en la necesidad de contar con una visión integral de América del Norte, que vaya más allá del T-MEC en donde participen gobiernos, sector privado y sociedad civil.

La Cumbre y el diálogo constante abren la puerta para desarrollar una agenda ambiciosa de cooperación e integración, que permita a la región capitalizar las oportunidades y profundizar la integración económica, tanto en términos logísticos, laborales y energéticos. Las posibilidades de desarrollo de México, Estados Unidos y Canadá dependen en buena medida de la competitividad de América del Norte como región. Las oportunidades son para todos.

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