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Tecnología y resiliencia, motores para la recuperación del sector manufactura

Ernesto Cantú, Senior Business Development Manager, SAS LATAM

Tomar decisiones rápidas, reinventarse y continuar operando en medio de condiciones desfavorables fueron lo que le permitieron a la industria de manufactura superar muchos los complicados escenarios que les planteo la pandemia de COVID-19.

Si bien este sector ha demostrado siempre su gran capacidad de reacción y adaptación ante fenómenos sociopolíticos, económicos y climáticos, la sorpresiva y rápida propagación de una enfermedad de gran peligrosidad vino a alterar muchos de sus procesos de producción, sus procesos de adquisición, logística y distribución, e incluso el manejo de su capital humano.

Al mismo tiempo, tuvo que prestar mucha atención a las afectaciones que ocurrían en países como China, que casi paralizaron el movimiento de insumos, así como al entorno económico prevalente y los cambios radicales de hábitos de millones de personas.

Fueron relevantes los casos en que las fábricas modificaron sus líneas de producción para producir equipo médico y de protección personal, con jornadas de trabajo reducidas e intercaladas, manteniendo estrictos controles sanitarios, e integrando nuevos jugadores a su ecosistema de abasto y transporte.

Sin duda, las empresas de manufactura en general aprendieron a ser resilientes, a observar y manejar los riesgos para empleados, proveedores y clientes, a tener mayor visibilidad de su entorno para responder de forma más eficiente al nuevo contexto en el que están operando hoy, a nivel local, regional y global.

 

Listas para lo mejor y lo peor

Mucho se ha discutido alrededor de cuándo se logrará un equilibrio duradero en la industria de manufactura, así como en muchas otras. Si bien se proponen marcos de tiempo muy variables, no hay un plazo definitivo. De lo que sí hay certeza es que para recorrer la ruta hacia la recuperación es necesario que las organizaciones sean altamente resilientes.

Y es que la resiliencia les permitirá estar preparadas para lo mejor y para lo peor, con base en una estrategia holística que abarque toda la cadena de valor, que sea receptiva a los cambios y que logre una comunicación directa y transparente entre todos los stakeholders, llámense proveedores, consumidores, clientes, personal directivo y operativo, entre muchos otros.

Esta estrategia debe promover, asimismo, la innovación abierta y colaborativa en la que participen los ecosistemas con los que trabaja una organización, incluidos desarrolladores, empresas emergentes (startups) y universidades, los cuales pueden contribuir de forma importante al desarrollo de nuevos productos, tomando como base las tendencias de compra y consumo.

 

Visibilidad integral

La industria de manufactura avanza en el contexto de una nueva realidad donde tres temas ocupan muchos de sus esfuerzos: la cadena de suministro, la operación, y las tendencias económicas.

Es vital, por tanto, conocer el estado en el que operan los proveedores y su cadena logística para obtener los componentes necesarios para producir un bien o servicio, así como tener un control más cercano de los inventarios. Respecto a la operación, muchas de las decisiones se deben tomar a partir de los riesgos en los procesos de manufactura, cadena de suministro y transporte; mientras que, en el plano económico, la volatilidad y factores sociopolíticos que influyen directamente en el comercio internacional son también relevantes en el momento de tomar decisiones.

La tecnología y la innovación son críticos para que las organizaciones de manufactura tengan visibilidad total de estos y muchos otros escenarios, y se anticipen a los cambios y disrupciones para tomar decisiones mejor fundamentadas y más efectivas. Entre éstas destacan:

  • La gestión de datos. Un componente esencial de cualquier plataforma de inteligencia digital que permite tener una estrategia y métodos confiables para acceder, integrar, limpiar, almacenar y preparar los datos para su análisis.
  • La analítica, incluyendo a la analítica predictiva, que ayuda a darle un propósito a las enormes cantidades de datos. Para aprovecharla mejor, las empresas necesitan involucrar a las partes relevantes para asegurarse de que la información que se selecciona va a preparar a la empresa para recuperarse y crecer.
  • Inteligencia artificial y machine learning permiten darles sentido a los grandes volúmenes de datos para hacer diagnósticos confiables, automatizar procesos y predecir resultado mediante el modelado de escenarios.
  • Digital twins replican las funciones de una organización, incluyendo entidades físicas, activos financieros, recursos humanos, procesos, flujos de trabajo y factores externos. Usando la tecnología de simulación de digital twins, las empresas pueden probar escenarios ilimitados que demuestren el impacto de diferentes decisiones respecto a la eficiencia operativa y KPIs.

 

La gran apuesta

Los expertos coinciden en que, como resultado de las distintas dinámicas detonadas por la pandemia, prevalece un ambiente volátil, incierto, complejo y ambiguo, por el cual tendrá que transitar el sector manufacturero por un tiempo más.

Si bien complicado, este ambiente promueve la resiliencia e impulsa la capacidad de innovar para mantenerse en la vía del crecimiento. Y, sin duda, la implementación de nuevas tecnologías será una gran apuesta que las empresas pueden hacer en el corto a mediano plazo.

Evidentemente, habrá errores y fracasos. Sin embargo, la experiencia nos ha enseñado que hay que fallar lo más rápido posible, aprender de ello y volver a intentarlo. Estar dispuestos a errar, a probar cosas nuevas y buscar alternativas potencia la resiliencia y la capacidad para entender mejor al mercado, crear nuevos ecosistemas y amoldarse a una nueva realidad que seguirá transformándose en el futuro inmediato.

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