¿Y si tus datos logísticos pudieran hablar?
Opina Javier Lomelí, director de Suregre México, sobre cómo la visibilidad de datos redefine la eficiencia en la cadena de suministro automotriz.
Considerando que el mercado global de logística automotriz está valuado en 337,580 millones de dólares en 2024 y se proyecta que alcanzará los 811,660 millones para 2035 —impulsado, en gran medida, por los avances tecnológicos en las operaciones logísticas— podría pensarse en una visibilidad total en la cadena de suministro; sin embargo, aún surgen sorpresas.
Mover millones de piezas no garantiza eficiencia. Para optimizar realmente, es necesario considerar a todos los actores involucrados, cada uno con su propia versión y visión. Entonces, ¿por qué no dejar que los datos logísticos —provenientes de activos, racks, contenedores, retornables o piezas— sean quienes hablen?
Casos reales que rompen paradigmas
Lo que no se ve no se puede medir, y para prevenir disrupciones es fundamental priorizar la visibilidad. Para lograrlo, es esencial utilizar herramientas enfocadas en información relevante sobre oferta, demanda, entregas e inventarios, es decir, una visión holística. De lo contrario, las omisiones pueden resultar muy costosas. Esta falta de visibilidad puede presentarse en todos los niveles de la cadena de suministro.
El rack fantasma
Una armadora reportaba faltantes semanales, pese a que los proveedores confirmaban el envío. El análisis de datos reveló que los racks permanecían siete días detenidos en un cross-dock y luego recorrían 400 km adicionales por una mala consolidación. El insight fue contundente: no faltaban racks… se estaban paseando.
El inventario “perfecto”
Un OEM reportaba un inventario de piezas en orden, pero los sistemas detectaron una variación sistemática del 6%, equivalente a tres días completos de producción en riesgo. La causa raíz: el conteo manual nocturno “ajustaba” discrepancias para que los reportes cuadraran. Los datos expusieron la realidad.
El proveedor sin contenedores
Un Tier 1 aseguraba no tener contenedores disponibles para embarcar a la OEM. La plataforma demostró que el 42% de su pool estaba estacionado en un patio secundario sin registrar movimientos. No era falta de contenedores, sino falta de visibilidad.
La visibilidad en tiempo real no solo ayuda a corregir ineficiencias, sino que tiene el poder de transformar operaciones. En estos casos, los resultados fueron contundentes:
- una reducción del 12% en costos de transporte gracias a rutas optimizadas;
- la eliminación de compras emergentes de contenedores que generaban pérdidas millonarias;
- un incremento de entre 25% y 40% en la disponibilidad de activos;
- y la disminución de paros de línea asociados a material en tránsito o extraviado.
Incluso los patios y almacenes recuperaron fluidez al reducir la congestión. Cuando se dejan de lado las suposiciones, la efectividad y la eficiencia se hacen presentes.
Pero, en mi opinión, el verdadero punto de inflexión —además de implementar herramientas tecnológicas— será la colaboración.
Los datos, por sí solos, son poderosos; pero cuando OEMs, Tiers y 3PLs trabajan sobre una Single Source of Truth y apuestan por una verdadera cultura de colaboración, el efecto es exponencial.




