La logística del eCommerce
Martín Malievac, director de Investigación y Desarrollo de Napse.
Más allá de ofrecer los productos adecuados para su compra, la finalidad del retail o comercio minorista es (o debería ser) la satisfacción del cliente. Si bien, el viraje hacia la actualización o digitalización puede ser un proceso paulatino, el cambio puede llegar de forma acelerada. La llegada de la pandemia fue un parteaguas para el sector del retail pues, con base en datos de IBM, el cambio al eCommerce se precipitó por cinco años, resultando ser una opción fácil y cómoda para el cliente.
De acuerdo con Statista, en 2020, casi el 90% de la población mundial optó por la compra en línea, generando ingresos de aproximadamente 4.2 billones de dólares para el sector durante ese año.
Sin embargo, con los cambios vienen desafíos, y en el auge del eCommerce y el servicio delivery, la logística fue uno de los retos más grandes; no todos los negocios contaban con los insumos necesarios para la venta de mercancías online o podrían hacerlos llegar hasta la última milla garantizando la satisfacción del cliente en el proceso.
De esto, el sector del retail aprendió que apostar por tecnologías que permitan optimizar los sistemas de logística, es una pieza clave para poder ser competitivos en un mercado cada vez más diverso y volátil.
La logística en el eCommerce está conformada por la venta, envío y la recepción del producto y, en ciertos casos, el proceso de devolución. En este sentido, el uso de softwares especializados y omnicanalidad aportan una ventaja considerable a los retailers por las siguientes razones:
- Permiten un mejor manejo de inventarios: se puede recolectar toda la información de venta de los clientes para habilitar ventas personalizadas y realizar pronósticos en la demanda de artículos. De esta forma, los negocios pueden saber exactamente la cantidad y el tipo de inventario que necesitan, ahorrando costos innecesarios en la cadena de suministro.
- Expansión de centros de distribución: la información comercial de los consumidores, combinada con la omnicanalidad, hace posible habilitar tiendas como centros de distribución con base en su ubicación y demanda, optimizando los traslados de mercancías y dando al cliente la posibilidad de decidir cuál es la mejor opción al momento de comprar y recibir productos.
- Asegura la última milla: en el retail, las redes logísticas y cadenas de suministro, tienen la obligación de reducir los tiempos de entrega y hacer llegar los productos en buenas condiciones a su destino final. Nuevamente, gracias al uso de aplicaciones, data, y comunicación bidireccional con el cliente, permiten optimizar rutas de transporte y mejorar el empaquetado de productos garantizando entregas puntuales y sin errores.
En Napse, observamos que las lecciones que el sector del retail aprendió después de la pandemia son anticiparse a los cambios y que la innovación no descansa. Un buen manejo de la información comercial permite la elaboración de buenos procesos logísticos que en conjunto asegura la satisfacción y fidelización del cliente.