En los últimos años, el fenómeno de relocalización ha transformado significativamente la cadena de suministro en México, con el objetivo de eficientar operaciones, reducir costos logísticos y mejorar la gestión y comunicación con proveedores. Como consecuencia, la planeación y la capacidad de respuesta del proceso de distribución se ha convertido en un aspecto necesario en la estrategia de las empresas para tener mayor número de proveedores y facilitar la organización de actividades.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, durante el primer trimestre de 2024, la Inversión Extranjera Directa (IED) en México fue de 20 mil 313 millones de dólares (mdd), 9 % superior al reportado para el mismo periodo de 2023, registrando un nuevo máximo histórico para el país.[1] En nuestra experiencia dentro de la industria, hemos visualizado una evolución interesante en el sector que representa el fortalecimiento de la cadena de suministro en México.
En un futuro no muy lejano, nos encontraremos con nuevos factores que están impactando los procesos operativos y que, desde Honeywell, reconocemos como potenciadores de la industria local. Por esto es necesario continuar posicionando a México como un destino atractivo para inversiones extranjeras que buscan externalizar sus servicios a proveedores situados dentro y fuera del país, por lo que es primordial dar seguimiento a los siguientes elementos:
- Conectividad: la gestión de los servicios entre empresas y proveedores, así como la comunicación entre países es clave para tener un enfoque más inteligente de la transformación de la cadena de suministro. México se posiciona como un destino estratégico logístico por su competitividad y ubicación geográfica favorable al mercado de Estados Unidos, lo que impulsa a tener una infraestructura conectada, operaciones digitalizadas a distancia y soluciones seguras, productivas y rentables que puedan ayudar a abordar los crecientes niveles de complejidad. Existen dispositivos, software y servicios de futuro que facilitan la conectividad entre compañías de principio a fin maximizando el uso de los recursos físicos y digitales.
- Automatización y digitalización: éstos transforman los procesos logísticos junto con la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y el análisis de datos que, en conjunto, crean valor para las organizaciones. En México y en Latinoamérica, la digitalización se ha acelerado hasta cinco veces y el tráfico de datos aumentó en 25 %, esto debido a la pandemia[2], lo que ha obligado a las industrias mexicanas a adaptarse digitalmente a este nivel para mejorar su calidad en la gestión de la cadena de suministro y que en nuestro país exista la calidad y la productividad adecuada para ser un destino atractivo para inversiones de compañías locales y extranjeras. Un ejemplo de ello son las soluciones portátiles y procesos automatizados que satisfacen las demandas del flujo de trabajo de cada negocio, desde la integración de datos, operaciones remotas y autónomas, hasta migraciones de productividad laboral y digitalización de plantas industriales.
- Protección y seguridad del negocio y de las personas: la protección de datos y sistemas de la supply chain contra ataques cibernéticos es esencial para garantizar la integridad y la confianza en los procesos logísticos, por lo que actualmente se está abordando con estrategias de mitigación de riesgos, que incluyen la adopción de tecnologías avanzadas de detección y diagnóstico de riesgos, que además de proteger a las personas y activos, también aumentan la productividad de las organizaciones que las implementan. De esta manera, las empresas mexicanas ya están identificando y controlando los riesgos inherentes a las actividades laborales, brindando las medidas y prácticas adecuadas.
- Transición energética: ante el aumento de preocupación de la población por el impacto al medio ambiente, se ha impulsado a las organizaciones a adoptar prácticas más sostenibles en la cadena de suministro que estén alineadas al camino de la transformación energética. México ocupa el puesto 57 en el ranking del Foro Económico Mundial, World Economic Forum (WEF) sobre la eficacia en la transición energética[3], y aunque ha tomado acción en diferentes industrias, aún se destaca la necesidad de tener mayores inversiones y políticas públicas para seguir construyendo un cambio significativo en el sistema de energía dentro de la infraestructura en las cadenas de suministro.
Así, la integración de estos aspectos dentro de la cadena de suministro no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también permite una mayor precisión en la gestión de inventarios, teniendo tiempos de entrega más rápidos desde la producción hasta los consumidores, menores costos de inventario y una mayor capacidad de respuesta a la demanda del cliente.
Por último, en México, la externalización de producción a otros países aún enfrenta desafíos específicos para mantener la competitividad. Sin embargo, empezamos a ver mayor certidumbre gracias a la implementación de soluciones de automatización adecuadas que aumenten la productividad de los trabajadores que laboran en miles de empresas alrededor del mundo.
[1] Inversión Extranjera Directa Primer trimestre de 2024
[2] Impacto del COVID-19 en la digitalización de América Latina | CEPAL
[3] Fostering Effective Energy Transition 2024 | World Economic Forum (weforum.org)
Colaboración para LogistiXnews por
José Simon, General Manager de Industrial Automation de Honeywell en América Latina.
El gasto que traerá la relocalización de la cadena de suministro mundial