
Inversión mixta, clave para detonar la infraestructura estratégica en México
Opinan Ignacio García de Presno, Socio Líder de Deal Advisory & Strategy, y Antonio Correa, Director de Deal Advisory & Strategy, de KPMG México
En la coyuntura mundial actual, caracterizada por la incertidumbre económica en múltiples frentes, la atracción de inversión se ha convertido en un reto clave para cualquier país, especialmente en aquellos sectores de alto impacto en el desarrollo nacional y considerados estratégicos.
Uno de ellos es el sector infraestructura, que abarca diversas áreas: carreteras, trenes, puertos, parques industriales, plantas de tratamiento de agua o de generación de electricidad, entre otras. Todas son fundamentales para mantener la actividad comercial de un país.
Para México, la atracción de capital sigue siendo un desafío relevante. En un entorno global de alta volatilidad, la competencia entre países por captar recursos con bajo apetito de riesgo se ha intensificado. Esta competencia ha llevado incluso a pronósticos sobre una “gran privatización” a nivel mundial en el sector infraestructura, conforme diversos gobiernos buscan atraer inversión privada.
Ante este escenario, captar grandes capitales para proyectos de infraestructura se vuelve prioritario. La nueva administración ya ha anunciado diversos proyectos en los que contempla la participación del sector privado bajo esquemas de inversión mixta. Estos modelos, variantes de las asociaciones público-privadas, permiten que el inversionista privado aporte una parte o incluso la totalidad del capital inicial, con posibilidad de recuperación a través de ingresos generados por los propios proyectos (como peajes) y pagos por parte del Estado.
Algunos ejemplos
Por ejemplo, el Programa Nacional de Infraestructura Carretera 2025-2030 contempla una inversión total de 173,000 millones de pesos, de los cuales 30,665 millones de pesos corresponderán a cinco proyectos de inversión mixta en puntos estratégicos del país. Asimismo, las recientes reformas a la Ley de la Industria Eléctrica permitirán que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) celebre contratos mixtos, lo que confirma la apertura a la participación privada en generación y comercialización de energía.
Por otro lado, ambiciosos proyectos como los nuevos trenes de pasajeros AIFA-Pachuca, México-Guadalajara o México-Nuevo Laredo requerirán inversiones significativas. Si bien algunos de estos proyectos iniciales, como el AIFA-Pachuca, se desarrollarán con recursos públicos, su continuidad a largo plazo dependerá del capital privado. En este sentido, los esquemas de inversión mixta serán fundamentales para alcanzar las metas de desarrollo planteadas por la actual administración.
En resumen, ante las tensiones comerciales, los riesgos geopolíticos y la dinámica económica global, toda administración pública debe implementar planes de inversión sólidos que le permitan cumplir sus objetivos de desarrollo.
En el caso de México, y considerando las prioridades presupuestales, será esencial crear condiciones que fomenten la participación privada en proyectos estratégicos de infraestructura. Igualmente, es crucial que los proyectos de inversión mixta estén estructurados de forma sólida desde el punto de vista financiero, evitando que representen una carga excesiva para el Estado. En un contexto global incierto, este tipo de esquemas será clave para atraer capital privado y generar infraestructura rentable y sostenible a largo plazo.
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