Hoy, noticiasOpinión

No hay nearshoring sin tecnología en la logística

Ilan Epelbaum, director general de Mail Boxes Etc en México.

El nearshoring en México es una realidad. Desde el año pasado, el Banco de México destacó que no solo se incrementó el número de empresas extranjeras que llegaron al país sino que el 16 % de las compañías de 100 o más empleados, incrementaron su nivel de inversión extranjera directa y su demanda, derivado del nearshoring.

Esto se debe a que los eventos mundiales de los últimos años, como la pandemia y los conflictos bélicos y comerciales en donde se han visto involucrados diferentes naciones y regiones a nivel global, han obligado a las empresas del mundo a optimizar sus procesos para mitigar los efectos financieros que han sufrido. Entre estos cambios, la reubicación de las plantas industriales es uno de los que afectan, de forma positiva, a México.

Aunque históricamente China ha sido un importante proveedor para Estados Unidos, hoy el país se posiciona como un importante hub estratégico gracias a su proximidad, los costos de la mano de obra, las cadenas de suministro seguras en territorio nacional, y el buen desempeño de la industria mexicana en sectores como el automotriz, en el Bajío.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) incluso señala que México es el país latinoamericano que más ganancias obtendrá del nearshoring, con un estimado de 35 300 millones de dólares al año provenientes de la exportación de bienes. Y ahora, con una de las noticias más recientes en términos de inversión extranjera, la perspectiva podría incluso mejorarse.

El anuncio de la llegada de la planta de Tesla a Nuevo León marca la pauta para la segunda ‘ola’ de empresas internacionales que arriban al territorio nacional. Morgan Stanley prevé que este ‘nearshoring 2.0’ que sucederá en 2023 estará comandado precisamente por las empresas automotrices, un sector que ya tiene un clúster importante en estados como Guanajuato.

La misma institución indica que gracias a la llegada de Tesla, y otras armadoras de vehículos, México vería exportaciones hacia Estados Unidos por 247 000 millones de dólares, en el escenario más optimista; esto es 50 000 millones de dólares adicionales cada año.

Dicho lo anterior es importante mencionar que el nearshoring y la creciente migración de los procesos de manufactura, fabricación, provendría y ensamblaje de las organizaciones transnacionales, serán un importante detonador del sector logístico. Primero porque es precisamente la optimización de los procesos logísticos lo que llama la atención de las compañías que saben que es mucho más ágil y rápido transportar mercancías desde México que desde mercados como China, por mencionar un claro ejemplo.

Ese beneficio de contar con una cadena de suministro más corta debe ser aprovechado con el uso de tecnología en los procesos para generar un ahorro en los costos y mayor precisión en todo el proceso de traslado. Aquí es donde existe una gran área de oportunidad que no ha sido explotada en su máximo potencial.

Todas las empresas, sin importar su tamaño, requieren entonces de un aliado logístico que además de eficiencia en el proceso pueda proveer un servicio basado en una plataforma tecnológica que se base en datos para mejorar la toma de decisiones en la planeación de las rutas y genere acciones productivas, ante probables anomalías del propio traslado.

Acudir a un fourth party logistics (4PL) será una de las grandes tendencias para este año en términos de logística. Contar con un proveedor logístico de estas características trae beneficios operativos a las empresas; en estas entidades las compañías hallarán a un socio estratégico con el que se terceriza el proceso logístico, proporcionando el know-how, las instalaciones y la tecnología para que la exportación se realice correctamente, mientras la empresa se puede enfocar en la operación del negocio y otros puntos esenciales para su crecimiento.

De esta forma, los exportadores tienen acceso a una plataforma tecnológica en la cual se brinda visibilidad total e integrada de todos los datos que se generan dentro de la cadena de suministro. Esa información, bajo una correcta gestión y análisis, se convierte en valor agregado que impacta directamente en la toma de decisiones con base en información creíble. Cuando estos datos se actualizan en tiempo real, se incrementa la precisión en la planeación de rutas y se fomentan las entregas en tiempo y forma.

Lejos quedaron los años de la planeación logística reactiva. Predecir y anticiparse con el uso de datos a diversas anomalías como incidentes carreteros, desastres naturales, congestionamientos viales, entre otros, es fundamental para no detener la dinámica logística que se impulsará conforme avancen los meses y lleguen más compañías al país, como parte del fenómeno del nearshoring que seguirá siendo tendencia este año.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button