Comercio electrónico acelera la transformación digital de la cadena de suministro
Francisco Hurtado, director de Digital Business Technologies de Minsait, compañía de Indra, en México
Hoy es posible asegurar que la logística es una disciplina que, a partir del confinamiento mundial por la pandemia del Covid-19, es vista de manera distinta. Por un lado, la utilización del comercio electrónico creció de manera dramática. Varias fuentes sugieren que, en 2020, en Estados Unidos las compras digitales crecieron en tres meses lo que habían crecido en 10 años. En México, según un reporte basado en información de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), en el año de inicio de la pandemia las ventas en línea crecieron más de 85% con respecto a 2019.
La gestión de la cadena de suministro parte del principio de la confiabilidad de cada uno de sus componentes, cualidad que es fortalecida cuando se cuenta con información en tiempo real, disponible para su análisis y para la correcta toma de decisiones en todos los niveles de la organización.
El fortalecimiento de los esquemas globales tal vez sea uno de los elementos en las cadenas de suministro que más evidencian la ayuda de la tecnología digital, pues las rutas de transporte de mercancía son más largas y están obligados a cumplir requisitos legales de exportación e importación en el comercio internacional. No solo es entender dónde están y hacia donde se dirigen, sino también tener toda la información del producto actualizado al minuto.
Para ello es necesario que, independientemente de las barreras geográficas y de las diferencias entre políticas administrativas o de regulaciones de cada localidad, cada producto debe salvaguardar información única, como aspectos de diseño, producción, ensamble y lote de fabricación. Toda la información es útil no solo para la trazabilidad del producto, sino para su posterior análisis de costo y satisfacción del cliente.
Pero no todo termina con la entrega. Debido a que el consumidor ha experimentado un mayor empoderamiento con respecto a su decisión de compra, la información obtenida a partir de la entrega, representan una materia prima valiosa para la consecución en el diseño, la producción y entrega de nuevos productos. En términos de trazabilidad, las empresas deben incorporar ahora mayor tecnología que les permita tener una lectura clara de sus mapas logísticos, el dimensionamiento de sus inventarios, la organización de sus rutas de transporte, así como el diseño de sus empaques y embalajes.
Según la firma Mckinsey, las tecnologías de la información relacionadas con las cadenas de suministro globales podrían alcanzar un valor anual de entre 560 y 850 millones de dólares para 2025, lo cual incluye herramientas de Big Data y de análisis de datos. Estos desafíos en el comercio requerirán de un trabajo en etapas y de una selección cuidadosa de aquellos sistemas de tecnología que brinden la funcionalidad que cada empresa requiere, garantizando la sostenibilidad de cada negocio.